Me follaron entre varios estando atada

Voy a contar una experiencia peculiar, la primera vez que hice un gangbang atada y sometida.

Anteriormente ta había practicado sesiones atada y de sumisión, así como gangbangs, pero nunca las dos juntas, un gangbang atada.

Todo surgió por un cliente que me explicó que le gusta el BDSM, la sumisión y demás, y que iba a organizar en su casa una fiesta y quería una chica para la ocasión.

Me explicó que sería 6 chicos, todos de unos 38 a 45 años, saludables, atleticos… y que querían realizar un gangbang con una chica atada a la que someter y vejar.

Yo acepté porque lo cierto es que la idea me ponía bastante cachonda.

Me presenté en el lugar. Era un domicilio privado. Cuando subí allí estaba Adrián y sus 5 amigos.

Nos presentamos y nos dispusimos a comenzar. Fue todo muy rápido, llegar y al lío.

Yo me desnudé y Adrian me esposó con unas esposas las manos en la espalda.

Una vez esposada se hizo un silencio incómodo, pero duró poco. Adrian dijo: ¿Que os parece esta puta? Vamos a follarla como se merece.

Entonces todos comenzaron a desnudarse. Comenzaron tocándome todo el cuerpo, metiendome dedos en el culo, el coño…

Uno de ellos me agarró de la cabeza y metió su polla en mi boca.

Mientras sujetaba mi cabeza con una mano, empujaba la cadera metiendo su polla hasta el fondo de mi garganta.

Los demás me tocaban y se turnaban para follarme la boca.

Algunos me escupian en la cara y la boca, otros me metian también los huevos en la boca, alguno que otro me pegaba alguna bofetada antes de meter su polla en mi boca…

Tras un rato de sentir las 6 pollas en mi boca, saliva de varios de ellos y demás, uno me agarró del pelo, me puso a cuatro patas y metió su polla en mi culo.

Me la metió con mucha fuerza, pero yo no pude ni quejarme porqué en ese momento tenía otra polla dentro de mi boca.

Se estuvieron turnando follandome el culo y la boca al mismo tiempo mientras a veces me agarraban del pelo, me daban bofetadas o me decían cosas como: ¿Así es como te gusta verdad puta?

Tras un rato así me levantaron, me quitaron las esposas de detrás y me esposaron por delante.

Entonces me levantaron y estando de pie me follaron por turnos, algunos la metían en mi culo, otros en el coño. Mientras estábamos así uno me empotró contra una pared. Siguieron follandome así esposada, de pie, contra la pared y muy duramente mientras me agarraban del pelo, me escupian en la cara o me pegaban bofetadas.

Yo sabía por experiencia que estas sesiones con tanta gente son largas, y pese a lo fuerte que me estaban follando, esta no iba a ser distinta.

Cansados de follarme de pie, uno de ellos arrastrándome del pelo me llevó al sofá, se sentó y me puso a cabalgar de espaldas a él.

Mientras follaba mi culo yo quedé de espaldas a él y frente a los otros 5.

Me miraban, se tocaban y algunos me escupian ye seguian pegando bofetadas.

Uno de ellos me abalanzó hacia atrás y metió su polla en mi coño. Quedé emparedada entre el chico que tenia a mi esplada con su polla en mi culo y el nuevo que desde delante me follaba el coño.

Estube así un rato con doble penetración y el que estaba delante cambió dos veces por otro chico, turnandose entre si, hasta que otro se puse de pie en sofá y metió su polla también en mi boca.

En ese momento tenía tres pollas dentro de mí, una en culo, otra en el coño y otra en la boca.

Me puse muy cachonda y gemia de verdad por el placer, lo que hacía que ellos aún empujaran con más fuerza.

Tras un rato de ir rotando varias pollas por todos mis agujeros, me bajaron al suelo, aun esposada comenzaron a masturbarse mientras me rodeaban.

Uno de ellos, el primero, comenzó a follarme la boca con fuerza, provocándome arcadas y atragantandome hasta que a las pocas embestidas se corrió.

Me hicieron tragar la leche y siguieron el resto con el mismo procedimiento.

Aunque yo estaba arrodillada, esposada y con la boca abierta y la lengua fuera, alguna que otra gota se salía y manchaba mi cara o mi pecho.

Para cuando se corrió el último yo tenia la cara bastante manchada y corrida.

Ellos sacaron sus teléfonos móviles. Aún esposada y en el suelo me hicieron fotos y vídeos escupiendome o pegandome bofetadas.

A pesar de todo, disfruté mucho de la experiencia y gané un buen dinero por ello.